jueves, 26 de febrero de 2009

Friolenta

A esta altura del año, empieza la pelea por el abrigo. Irma siente frío a la noche y busca refugio en la considerable humanidad de Orlando, que tiene calor y le dice que se corra. A Irma se le juntan el fresquete y el rechazo, protesta un poquito ("Ay, Orlando, qué seco que sos") y sale de la cama a buscar una colcha. Orlando advierte: "No me tapés, Irma", ella se hace la ofendida y ni contesta, se tapa y finge dormirse. Orlando, después de un par de patadas para sacarse de encima algún milímetro de colcha que siente sobre su cuerpo, se queda frito. Irma se queda un rato despierta, imaginándose a un Orlando de fantasía que también se muere de frío y se acurruca contra ella y le dice cositas lindas. 

Alma de gordi

Cuando Irma siente que ya está comiendo demasiado de algo, por ejemplo un budín, lo aleja con su mano y le pide a Orlando "sacamelo".

martes, 24 de febrero de 2009

Orlando de Almagro

Sergio, el viejo de mi amigo Daro, es tan Orlando que cuando quiere hablar con su hijo y con su nuera hace llamar a su Irmi a la casa de los chicos. El no agarra el tubo, pero le quema la cabeza dictándole las preguntas que quiere que le haga. El habla poco por teléfono.

Ejemplo:"Preguntale cómo le quedó el arreglo de la cocina para el que me pidió el taladro"

domingo, 22 de febrero de 2009

En el remate

Irma y Orlando en persona, en el remate de San Andrés de Giles:

Orlando es grandote, de pelo entrecano medio largo y boina (es un Orlando de campo). Irma tiene mucha pinta de tana del norte, pelo corto rubión, ojos claros, delgada, bastantes arrugas (consecuencia del sol) y crucifijo de plata.

Están en el remate de San Andrés de Giles. Siempre compran o venden alguna cosa.

Irma se paró al lado de un lote que se ve que le interesa: unas cuantas macetas de plástico, una regadera amarilla, dos mangueras. "¡Qué lindas macetas!", le dice a su Orlando. Pero él no le contesta. Andá a saber en qué está pensando. Si en la máquina de cortar pasto que tiene cortado el cable, o en las estanterías metálicas que puede llevar de a pares o de a una. Cuestión que no pesca la indirecta. Faltan cada vez menos lotes. Irma mira a su Orlando buscando un contacto visual que no se produce. Él sigue hipnotizado por el martillero. "20, 22, 24, quién da más". Llegan al lote de las macetas. "Arranque en 10", dice el martillero, pero Orlando no se da por aludido. Irma baja la cabeza. "No va más". Una vecina se lleva las macetas.

Seguro que esta noche le recrimina: "nunca comprás nada para mí, Orlando".

viernes, 13 de febrero de 2009

Irma vive dentro de mi

(Después de cocinar pollo a la plancha) "Lo lindo que tiene lavar la plancha después de hacer pollo es que todo lo que parecía pegado sale muy fácil".

viernes, 6 de febrero de 2009

Vacaciones 2009

Irma y Orlando veranean este año en Brasil.

Y quizás, no estamos seguros, quizás sea la primera vez que se van sin los chicos.

martes, 3 de febrero de 2009

Confesión

Aunque nos duela reconocerlo, Irma fuma.

domingo, 1 de febrero de 2009

Orlando y el deporte

Orlando siempre fue grandote. Nació pesando más de 4 kilos y en las fotos de su infancia la ropa siempre le queda chica. En su juventud jugó al básquet y aprovechó su tamaño y su fuerza, superior a la de la media de sus contemporáneos, para conseguir distintas hazañas deportivas que nunca se cansará de contar (y que Irma tampoco se cansa de escuchar).

Cada vez que ve un partido de NBA, compara el vertiginoso ritmo de juego con el de su época y señala los cambios que sufrió el reglamento. "En mi época no había triples", acota siempre. También opina cada vez que ve a Manu Ginóbili en la tele.