Así como el otro día posteé sobre el comentario irmístico de una alumna, hoy quiero compartir una anécdota que hace poco me contó una amiga y que también tenía mucho olor a Irma.
Resulta que esta queridísima amiga, de quien no revelaré ni siquiera sus iniciales, tiene una profesión, de la cual tampoco daré indicios. Año a año, cuando se acerca la fecha en la que se celebra su profesión, ella se ilusiona con que su pareja le haga un regalo. Como ya se llevó unas cuantas desilusiones (con sus consecuentes peleas), ella este año dio aviso de que pretendía un regalo, como todos los años, para esa fecha, que a ella le resulta tan especial. Para no romper la costumbre, su pareja no le dio un paquete con un moño en ese día, ella se volvió a enojar y la escena telenovelesca no tardó en llegar.
Creo que a Irma le pasaría lo mismo.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
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6 comentarios:
igual para mi Irma es ama de casa, hasta que ponen el kiosco. Estudió para maestra pero nunca ejerció porque se casó jovencita
¡Ojo que el kiosco no es el final de la historia! La Irma kiosquera mala onda es sólo una Irma posible.
Hablando de olor a Irma...
Irma y Orlando...como huelen?
ay nena, no es para menos, mirá...
Ay, qué ilusa! Seguro que su Orlando le dijo "vos no sos mi maestra". Quizás el año que viene... Ja!
Lo mejor para esos casos es dar un regalo que en realidad le sirve al que brinda el presente mas que a quien lo recibe!
Es perfecto!
Porsupuesto...debe ser camuflado.
Por ejemplo yo por trabajo veo un monton de gente que le regala a la mujer una tanguita que ellos disfrutaran...pero ellas tambien.
Asi que ahi todos conformes!!
Lo mismo ocurre cuando la mujer cpra un boxer ajustado para el!
jajaja
Saludos y espero que huelan bien jaja
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