martes, 29 de diciembre de 2009

Orlando al volante

Orlando recuerda que cuando era joven le gustaba la velocidad. Eso es cierto. Lo que no aclara, porque le da vergüenza, es que no podía ir muy rápido porque sus autos, durante décadas, fueron auténticas batatas. Andaban bien. Te llevaban y te traían, pero no levantaban gran velocidad. De grande, como ya contamos, tuvo un cero kilómetro, pero para entonces ya no quería demasiada joda al volante. Orlando se siente responsable por su familia y por eso respeta casi todas las señales. En la ruta se pone aún más riguroso. A veces se permite no poner el guiño para cambiar de carril, por ejemplo, pero lo hace cuando no viene nadie. O al menos eso dice él.

Cuando él está al volante, o sea, siempre porque Irma no sabe manejar y él no permite que sus hijos lo lleven, los que viajan atrás deben estar quietos. Dice que lo distraen cuando se mueven y que eso le molesta para manejar. Con sus hijos se enoja especialmente cuando le clavan la rodilla en el respaldo o cuando se ponen demasiado perfume y le dejan el auto con un aroma que no le gusta.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Luces

Irma y Orlando sacan fotos con flash en paisajes nocturnos. Por ejemplo, a una montaña.

martes, 15 de diciembre de 2009

Ya no tiene un pelo ni unos huesos divinos

Irma no entiende qué le pasó a Juana Molina, "tan graciosa que era", y ahora con esos pelos de loca y cantando esas cosas raras. "Ésta toma algo", sentencia, y luego de un examen visual agrega: "tiene rodillas de vieja".

viernes, 11 de diciembre de 2009

Orlando y la modernidad frutal

Como en tantos otros aspectos de su vida, Orlando es brutalmente conservador a la hora de comer frutas. Pese a que ya pasaron más de diez años desde su aparición, el kiwi sigue siendo toda una novedad para él y no termina de entender por qué Irma lo come con pasión. Claro que no hará a un costado un pedacito de kiwi si se lo encuentra en una ensalada de frutas, pero intenta tragarlo rápido, para no sentirle el gusto.

El mango tampoco entró en su dieta y no pierde ocasión para remarcar que el carozo es demasiado grande, como si, de por sí, eso fuera malo. La vez que Irma compró una chirimoya, "para probar", y le dijo lo que costaba por unidad, casi la mata.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Irma frente a una nariz respingada

"¡Qué linda naricita! Parece operada".

domingo, 8 de noviembre de 2009

Pasajeros en tránsito

- Cuando se van de vacaciones, Irma le hace el bolso a Orlando. Así como Orlando nunca sabe qué hay en sus cajones, tampoco tiene idea de qué mete Irma en el bolso. Él vive el día a día, sacando la ropa que está más arriba, sin planificar cuándo tiene que lavar las prendas. Irma nunca olvida cuántas chombas le puso, cuántas están sucias y cuánto tardarían en secarse.

- Irma siempre tiene miedo de que les roben en el viaje, no importa el medio de transporte. Le parece más seguro repartir la plata entre ellos dos y la hija mayor. La menor es demasiado desbolada y al varón todavía lo ve muy chico como para encomendarles esa responsabilidad. Ella tiene un cinturón portavalores y a la hija le hace usar uno que compró hace años para Orlando. Orly argumentó que le apretaba (sin probárselo), que él necesitaba estar cómodo cuando pasa tantas horas sentados y que era de mina, y se lo devolvió casi sin mirarlo.

- Si contratan una excursión, Irma guardará el voucher en el sobre de plástico de la empresa de turismo, pero bajo ningún concepto se pondrá la gorra con visera con el logo. Eso le parece grasa. Y ya aprendió: no tiene que dejarla al alcance de Orlando porque "Orly se pone cualquier cosa". Como Irma no puede tirar ropa a la basura ("me da no sé qué, siempre hay alguien que necesita"), se las rebuscará para regalarle la gorra a alguien. A alguien que considere medio grasa. Estas especulaciones le agregan una cuota extra de ansiedad a un momento ya de por sí estresante como es preparar un viaje.

lunes, 19 de octubre de 2009

Portadora

Cuando viajan, Irma lleva los pasajes y papeles de toda la familia en su portadocumentos.

viernes, 9 de octubre de 2009

Corre, limpia, barre

Orlando no es de esos padres que aprovechan toda ocasión para desenfundar una anécdota sobre la colimba, mientras sus interlocutores se escapan sigilosamente para no volver a escucharla. Orlando hizo la colimba pero no habla mucho sobre ella. En realidad, no habla mucho sobre nada. Nadie jamás lo escuchó quejarse por esos días en los que comió mal y tuvo que correr de madrugada.

Orlando no apoya el retorno de la colimba, no le caen simpáticos los militares, pero sí la tiene idealizada como un espacio que sirve para templar los ánimos de los jóvenes altaneros y maleducados.

"Éste en la colimba no duraba ni dos días", reflexiona cuando ve a algunos amigos de su hijo adolescente.

miércoles, 7 de octubre de 2009

En el 109

Irma y Orlando van sentados en la última fila del colectivo, la de los cinco asientos. Ella está teñida de pelirroja, tiene una chaqueta de cuero y sobre su falda tiene una bolsa cuyo dibujo es una flecha que señala a la propia Irma. Él luce un juego de jogging de marca, combina campera y pantalón. Mientras él cabecea y está a punto de dormirse, ella mira por la ventanilla.

Irma le señala algo y se lo comenta. Él le dice que sí, aunque yo creo que no la escuchó y que acaba de despertarse. El viaje sigue sin demasiada charla y en Cabrera y Mario Bravo él le señala un Renault Minuto, un taller especializado en esa marca. Ella también le dice que sí con la cabeza y sigue mirando para su lado. Me bajo y ellos siguen viaje, tomados del brazo en el fondo del 109.

sábado, 3 de octubre de 2009

Paseo en auto

A bordo de un Renault 12 que va a paso de hombre por Acuña de Figueroa a la altura de las flores.

Un Orlando envejecido, flaco, consumido por las preocupaciones, al volante. A su lado, una Irma también mayor toma café de la tapa de un termo.

No se miran, no charlan, no se ríen. Quizás en la cuadra siguiente, Irma va a reclamar, al borde del puchero: "No me sacás nunca, Orlando, y cuando me sacás, no sé para qué, si no me hablás". Orlando, mientras tanto, ajeno a los pensamientos de Irma, maneja despacio para que ella no se queme con el café, pero no se lo dice.

jueves, 1 de octubre de 2009

Italia

Orlando tiene familia en Italia. Su hermano fue hace unos años. Desde entonces Irma insiste en que ellos también tienen que ir. Orlando nunca se animó a ir más lejos que a Brasil. Las excusas para justificar su sedentarismo han sido diversas: que el hermano viajó en el 1 a 1, que sería poner en un compromiso a esos parientes que no conoce, que en el avión se le hinchan los pies, que no se siente cómodo en otra casa que no sea la suya.

Irma se pregunta cómo hizo su concuñada para convencer al hermano de Orlando, que es igual que él, pero ni loca le saca el tema cuando se hablan por teléfono. Arde de envidia, pero no lo manifiesta.

Hace mucho que Irma no le dice nada a Orlando sobre ir a Italia y ahora se le metió en la cabeza que como los chicos están grandes, pueden viajar ellos dos solos. Menos plata, menos molestia y si Orlando le vuelve a decir que no le gusta estar en otra casa, se separa y lo echa así se acostumbra, se manijea sola.

Irma se da coraje visualizándose en el Coliseo, con shorcitos y zapatillas, mientras un Orlando embobado le saca fotos. Mira el programa de Donato y se imagina las pastas riquísimas que deben amasar todos los parientes de Orlando. Supone que también debe haber helados muy ricos y pilchas inalcanzables, pero que, revolviendo, alguna ganga va a encontrar. También anticipa que a los dos días van a estar hablando el idioma.

martes, 29 de septiembre de 2009

Irma, Orlando y el arco iris

Irma y Orlando hablan de "los homosexuales". No "gays" ni mucho menos "putos" o "maricones" (Orlando, por lo menos, no lo dice en voz alta).

Si bien no piensan que sean enfermos, creen que sus inclinaciones sexuales son producto de algún trauma en la infancia. Eso los exculpa, de alguna manera, pero igual subyace la idea de que ser "homosexual" no está del todo bien. Sin embargo, tratan de no discriminar.

No conocen a ninguno directamente. Sí se enteraron que el hijo de algún conocido de un conocido es homosexual, y lo comentaron como una desgracia para los padres. De todas maneras, no les gusta mucho hablar del tema y los dos esperan ansiosos el día en que el varón traiga una novia.

La posibilidad de que alguna de las chicas sea lesbiana (porque dicen "lesbiana" también) ni se les cruza por la cabeza. Las lesbianas, como los judíos, son una rareza para Irma y Orlando.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Analítico

"Ése es menottista", señala Orlando en cuanto aparece Ángel Cappa en la tele.

"¿Pero ésta antes no era peronista?", se indigna cuando escucha a Patricia Bullrich.

"Éste es el único que le hace la contra a Tinelli", puntualiza, cuando se topa en un zapping con Mario Pergolini.

Las antinomias y las simplificaciones son la base de todo análisis de Orlando.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Irma, los chicos y el juego telefónico

Irma alguna vez llamó a algún programa de concursos. Ahora que son tan caros no tanto, pero en los tiempos de "Hola Susana" se colgaba del redial.

También mandó cartas a concursos. Inclusó participó de los sorteos del Incaa enviando las entradas de cine, en las épocas en que iba más seguido porque llevaba a los chicos a ver Aladdin o Toystory. Hoy por hoy, está tentada de empezar a juntar facturas para el "Iva y Vuelta", pero le da fiaca.

Los chicos salieron a Irma en este sentido y mandan "POEMAS", "ASTROS" o "BOTINERAS" al 2020. Pero se tienen que medir: Orlando puso a toda la familia en la flota de celulares del negocio, controla los gastos de telefonía y los tiene cortitos.

Cuando Carla Conte estaba en Call TV, el hijo varón de Irma y Orlando, por entonces pre-adolescente, se quedaba despierto y discando hasta las 2 de la mañana. A ese recuerdo se aferra Orlando cuando se pregunta, muy secretamente, si su hijo no será medio rarito.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Irma y Orlando y el juego

Irma y Orlando no tienen pruritos con respecto a los juegos de azar. No creen que está mal gastarse la plata que tanto les costó ganar. Su posición es simple: juegan a lo que les gusta y a lo que creen que pueden ganar.

Lotería: Comparten un billete con alguna amiga de Irma o con algún familiar en las grandes ocasiones, como el Gordo de Navidad o Año Nuevo. Si algún sueño remite demasiado directamente a un número (como la caída), lo juegan a la quiniela y luego se olvidan de ver el sorteo en la tele.

Bingo: Alguna vez fueron y alguna vez volverán pero el bingo no los divierte particularmente. No van más seguido porque no los convence el clima del bingo. Conocen a algunas personas que perdieron hasta la casa en ese tipo de lugares y eso los da miedo. El bingo lo deprime a Orlando, aunque él no usaría esas palabras para explicar por qué no van más seguido.

Maquinitas: Por lejos, el vicio de Irma. Se puede pasar horas con el vaso en la mano y apretando los botones. El resto de los juegos del casino le parecen muy difíciles y de hombres. Como en todo juego, fueron más las ocasiones en las que perdió de las que ganó, pero ella se acuerda la vez en que ganó doscientos pesos en monedas de a 25 centavos.

Black jack: Una ciencia oculta.

Ruleta: El único juego que le divierte a Orlando y en el que desarrolló cierta destreza. Con los años, adquirió algunas estrategias y sabe retirarse cuando la mano viene cambiada. Irma disfruta, a su lado, de cada uno de sus aciertos y sufre cuando le va mal porque sabe que él se está afligiendo pero nunca lo expresará en voz alta.

Carreras de caballos: Irma sueña con ir una tarde a Palermo porque cree que sería un paseo muy paquete pero Orlando no la acompaña porque les queda demasiado lejos y, además, desde la tribuna no se ve nada. Lo cierto es que le da mucha fiaca manejar hasta Palermo pero, íntimamente, cree que le gustaría ver a los caballos de cerca.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Pasando revista

Irma hojea una revista Caras de hace unas semanas. Famosos de Hollywood con sus hijos.

A Irma le encantan estas notas con nenes. Jennifer Garner (a quien Irma no ubica) camina con su hija de tres años que le llega por la cintura. Irma, madre de tres hijos, piensa que hay un error, que la nena debe ser mayor. Llega a la foto de Angelina Jolie con sus hijas. Sobre "la negrita" no dice nada. Pero cuando lee que Shiloh, la hija que tuvo con Brad Pitt (Irma recuerda la tapa de la Hola cuando la presentaron), tiene dos años, grita: "¡Pero es enorme esta criatura también!"

Se queda pensando si serán los genes o si el Nestum en Estados Unidos será diferente. Y pasa sin querer mirarlas demasiado las fotos del Benja, que sí se parece a sus hijos cuando eran chiquitos.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Irma y el arte de tejer

Irma no es muy hábil para el tejido. Si la sientan y le ponen dos agujas en las manos, puede tejer en santa clara, jersey, arroz, pero no tiene idea sobre cómo hacer un pulóver.

Cuando los hijos eran chicos, intentó aprender. Compraba la lana en un negocio en el que daban clases de tejido y bajo la supervisión de la profesora logró hacer algún suéter muy sencillo. Para Orlando nunca quiso tejer porque se aburre rápido y una prenda para él le llevaría mucho tiempo.

La madre de Irma teje al crochet e Irma le reprocha siempre que no le haya enseñado. "Vos no querías aprender nada, lo único que querías era salir", le retruca la madre.

La hermana de Irma tiene telar. Irma piensa que el telar es muy fácil y que Orlando le podría hacer uno más grande y más lindo. Se imagina tardes plácidas ante el telar, con la tele de fondo, y que en el súper le elogian la pashmina y ella dice "me la hice yo". "Pero no tengo tiempo", piensa, o se consuela, mientras cuelga el tercer lavado del día.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

En persona (otra vez en una heladería)

El fin de semana pasado volvimos a ver a un par de Irma y Orlando. Era una noche bastante fresquita, pero se ve que Irmi se antojó con un heladito y arrastró a su Orlando hasta una heladería que está en la esquina de Lambaré y Corrientes.

Ella estaba sentada de cara a la calle, como para mirar a quienes pasaban por la vereda. Él había agarrado una revista para matar el tiempo y se lo veía aburrido (no había tele en el local). No nos animamos a mirarlos durante mucho rato, pero logré divisar que los gustos que Irma había elegido eran bastante cremosos.

Otros Irma y Orlando en otra heladería, acá.

Y la primera vez que los vimos tomar heladito: acá y acá.

martes, 8 de septiembre de 2009

Fatalismo

Irma y Orlando dicen mucho "si Dios quiere".

Ejemplo de Irma: "En Semana Santa nos vamos a Colón, si Dios quiere".
Ejemplo de Orlando: "Hasta el lunes si Dios quiere".

Irma también puede decir "Dios mediante", como los conductores de tele o radio.

Más sobre religión: acá.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Las vacaciones de Orlando

Después de muchos años de mezquinarse vacaciones o amargárselas pensando que ningún encargado va a ocuparse del negocio como él, Orlando encontró la solución para descansar. Baja la persiana, cuelga el cartelito de "Cerrado por vacaciones del 1 al 15/2" y se va.

"Sino, no me desenchufo", explica a los vecinos de carpa o compañeros de tour, no sin cierta culpa.

A Orlando le encantaría poder tomarse las vacaciones en enero, pero no se anima. No porque haya mucho movimiento en el negocio, sino porque le parece que todo es más caro en enero. Por lo menos, se consuela, se toman la primera quincena de febrero y no la segunda, o marzo o diciembre, que Orlando identifica directamente con la bancarrota y la jubilación.

martes, 1 de septiembre de 2009

Morbo

Irma y Orlando siguen con especial atención los casos de los famosos que sufren la muerte de sus hijos. Habitualmente, Orly no se interesa por las noticias del corazón ni conoce a los nuevos integrantes de la farándula, pero se siente particularmente compungido cuando se da algún caso como el de Maru Botana, el Turco Mohamed o, más atrás en el tiempo, Eric Clapton.

No importa cuánto tiempo pase desde el episodio, cada vez que ese famoso aparece en la tele, ellos se compadecen y se interesan por si salió adelante.

lunes, 31 de agosto de 2009

Liberen a Orlando

Orlando, como todo el mundo sabe, es comerciante. Nunca quiso hacer otra cosa. Le encanta cambiar cueritos o reparar un velador, pero jamás se le hubiera ocurrido dedicarse a eso. Tampoco fantaseó en su juventud con estudiar ninguna carrera. Fue empleado en un comercio hasta que juntó plata para ponerse por su cuenta. Recién ahí, cuando vio que el negocio dejaba, se casó con Irma.

No es que Orlando tenga una verdadera vocación mercantil. Su meta es progresar económicamente para darle todos los gustos a su familia y el comercio es la manera que encontró de hacer realidad, muy de a poco, ese sueño. No por eso deja de repetir, cada vez que tiene ocasión, que "el negocio es muy esclavo".

sábado, 29 de agosto de 2009

Tom Cruise

Irma pronuncia "Tom Crais". Lo aprendió de sus hijas.

jueves, 27 de agosto de 2009

Celoso

Orlando aspira a tener el monopolio de las tareas del hogar como la electricidad, la plomería o la pintura. Se encarga de esos trabajos durante el fin de semana. En general, les dedica la mañana o un rato después de la siesta. Si se presenta una urgencia, es capaz de escaparse del negocio o de cerrar antes con tal de solucionarla con sus propias manos. Es su terreno y no quiere invasores. Irma lo respeta y por eso lo llama apenas descubre que hace falta realizar algún arreglo.
Las pocas veces que debieron acudir a un especialista, Orlando se pasó meses criticándolo e intentando convencer a toda la familia de que cada decisión estuvo mal tomada y que él lo hubiera hecho mejor.

jueves, 20 de agosto de 2009

Irma y el paisaje

Irma en vacaciones ante cualquier paisaje (montaña, mar, río):

- ¡Esto es una postal!

martes, 11 de agosto de 2009

Miedosa

A Irma le da mucho miedo cuando Orlando arregla cosas en la casa.

Si lo ve metiendo mano en enchufes y cables, le pregunta: "¿Cortaste la luz?". Si lo ve subido a una escalera, le grita "¡No subas más, Orlando!", cuando va por el tercer escalón. Si se le cae la parrilla mientras hace el fuego, le advierte "Cuidado, Orlando, que está caliente".

En estas ocasiones, Orlando no disimula cuánto le rompe las pelotas su mujer. Deja de hacer lo que estaba haciendo, putea, llama al hijo para que lo ayude y le pide a Irma que los deje solos. Irma hace como que se va pero en cuanto Orlando se concentra, aparece en el marco de la puerta para espiar. La delatan sus grititos ahogados cuando tambalea la escalera o se desmoronan los carbones, y todo vuelve a empezar.

Orlando es bastante prudente y cuidadoso, pero para ella ninguna precaución es suficiente a la hora de proteger a su Orly. Igual ante las amigas se muestra muy orgullosa de las habilidades de su marido y no deja traslucir ningún miedo.

sábado, 8 de agosto de 2009

Roble

Irma se enferma muy poco, casi nadie en su familia recuerda haberla visto en cama más de un día. Ella alardea con su salud de roble, pero en el fondo sabe que no se enferma porque, si llega a caer un par de días, esa casa se viene abajo. Nadie encontraría algunos elementos de limpieza, no se harían las compras, se pasaría hambre y más de uno no sabría qué hacer sin sus órdenes. Las pocas veces que se enfermó, la mayor tomó la posta y demostró que había aprendido mucho de Irmi.

Aunque nunca se lo confesó a nadie, Irma sueña con lo grande. No quiere tener una gripe y pasarse una semana empotrada en su cama. Preferiría una internación en una clínica de lujo, que le sirvan las comidas en bandejas de aluminio ("como en los aviones") y hasta se ilusiona con la chance de dormir sola, en una cama reclinable y sin los ronquidos de Orlando. Se imagina algo similar a un spa, pero con médicos churros y enfermeras dóciles.

lunes, 27 de julio de 2009

Orly Bloom

Irma es fan del actor Orlando Bloom. Le empezó a prestar atención cuando supo que se llamaba como su Orly. Le parece muy rico chico y le asombra que tan jovencito, sea toda una estrella de Hollywood. Desde "El Señor de los Anillos" que lo piensa.

Cuando lo pesca haciendo zapping, mira con picardía a Orlando y le pregunta: "¿A que no sabés cómo se llama este actor?" Y como él siempre se olvida, Irmita siempre lo sorprende.

miércoles, 22 de julio de 2009

Comelo así

Orlando es caprichoso y tiene preferencias para todo. Obviamente, esos gustos en la comida pasan a ser obligaciones. Quiere el bife a punto, la sopa caliente pero que no queme y el flan con muchos agujeritos. Irma conoce todas sus mañas y, santa, intenta cumplir con la mayor cantidad posible, pero nunca es suficiente. Orlando siempre se está quejando. Por eso, cuando se cansa de su mal humor, Irma le dice "ya está Orlando, comelo igual". El diálogo podría darse de la siguiente manera:
Orlando: Irma, al café con leche le falta un poco de leche.
Irma: Ya está, Orlando, tomalo así.

Fisonomía de Orlando

Orlando no es especialmente peludo.

lunes, 20 de julio de 2009

Irma radial

Escuchamos la FM de San Andrés de Giles. Hits latinos, locutora, llamado en el aire.

LOCUTORA: Sí, quién habla.

OYENTE: Irma.

Mandó saludos, pidió un tema y felicitó por la radio. No podía ser de otra manera.

miércoles, 15 de julio de 2009

Irma y Orlando y el cine

No son muchos los géneros cinematográficos que Irma y Orlando pueden ver juntos sin pasar por alguna zona de turbulencia. Si la peli es demasiado violenta, ella se queja. Si es de amor, Orlando hace notar que se aburre. Si es una de Olmedo y Porcel, ella comenta lo mal que terminaron los dos.

El género que comparten sin pelearse es el de las películas épicas y de acción. 'Gladiador', 'Troya', ese tipo de súper producciones, permiten que Orly disfrute de las escenas de peleas y ella teja hipótesis, sin haber leído una sola línea al respecto, sobre cómo se vivía en esa época.

lunes, 29 de junio de 2009

Ahora no

Orlando es un tipo ordenado, tiene rituales y tareas para cada horario del día: mate a la mañana, asado los domingos, fruta después de comer, facturas los sábados a la tarde. No le gusta improvisar ni, mucho menos, cambiar los planes que él tenía en mente.

Este cronograma de tareas y obligaciones también rige para el amor, por no decir el sexo. Es por eso, que Orlando a veces le dice "ahora no, Irma" porque considera que no es momento. Si ella se emociona cuando él se acerca con una fuente de carne en un asado y le quiere dar un beso o si se entusiasma cuando están dentro del auto, él le dice "ahora no, Irma".

Romántica como es, a Irmi se le rompe el corazón cada vez que escucha esa frase y se defiende "sos seco, Orlando".

sábado, 20 de junio de 2009

Boca de urna

Irma va a votar a Sabbatella. Su hermana vive en el partido de Morón e Irma ve la diferencia entre su barrio y el de la hermana (y le da un poco de envidia). Que Sabbatella sea tan joven le suma mucho. Para Irma, ser joven es una virtud (no por nada ella sigue en zapatillas y hablando de la buena onda).

El comentario de la lectora Lula me iluminó. Claro, no es posible saber a quién vota Orlando porque él no lo dice. No le gusta hablar de política en familia. "Es para quilombo", sostiene, y se lleva algo a la boca como para reafirmar su decisión de guardar silencio.

Eso sí, estoy en condiciones de asegurar que ni la cambiante Irmi ni Orlando el mudo, son peronistas. Ni tampoco gorilas. Pueden haberse inclinado por el justicialismo en alguna elección, pero ni el PJ ni la UCR (ellos hablan de la UCR como si existiera) tienen sus votos comprados.

Fin de la interferencia politológica. Este blog retoma a partir de ahora su programación habitual.

sábado, 13 de junio de 2009

Encuesta

El 28 de junio, además de cumplir años la que suscribe, hay elecciones.

Queridos lectores, ¿a quiénes van a votar Irma y Orlando? Tengo una intuición sobre la boleta que va a meter Irmi en la urna, pero Orlando me intriga.

Recuerden que Irma y Orlando votan en provincia.

(Pido disculpas por mi emoción politológica. En pocos días me dan mi diploma de grado, después de cuatro años de trámites, y eso, sumado a la mugre de esta campaña, me tiene muy excitada).

(Otro paréntesis: sí, ya sé que se puede poner una encuesta en la barra del costado, pero yo quiero que me chamuyen, no que voten nomás).

jueves, 4 de junio de 2009

Para la tribuna

Irma miente. Poquito, pero miente. A veces, lo hace para quedar bien, no sabemos con quién, pero ella siente, por ejemplo, que parece más inteligente si dice que mira el programa de Nelson Castro en cable. O que compra La Nación algunos domingos.

sábado, 30 de mayo de 2009

Famosos comentados. Hoy: Narda Lepes

"Qué brazos más peludos que tiene la Narda", dice Irma, resentida porque a ella siempre se le bajan los soufflés. Y mientra mira el televisor de la cocina, con el repasador entre las manos, se le quema una cebolla que tiene al fuego.

jueves, 28 de mayo de 2009

Mansita

Cuando a Irma la hacen esperar mucho en una cola, una sala de espera o por teléfono haciendo un reclamo, dice: "¡qué amansadora!"

miércoles, 27 de mayo de 2009

Famosos comentados. Hoy: Daniel Scioli

"¡Qué avejentado Scioli!", comenta Irma, mientras almuerza a la par de Mirtha Legrand. 

domingo, 24 de mayo de 2009

El hombre

Cuando Irma teoriza acerca del género masculino, habla de "el hombre". Por ejemplo: "El hombre come más" o "El hombre es muy visual" (hablando de sexo).

Esta última generalización es un poco sospechosa porque, como ya sabemos, Irma sólo estuvo con Orlando.

Comaneci

Las transmisiones de eventos deportivos no suelen unir a Irma y a Orlando. Él se siente capacitado para opinar sobre cualquier deporte, especialmente box, automovilistmo y fútbol, mientras que ella se cansó de ser reprimida cada vez que intentó mechar algún comentario, así que lo acompaña desde el silencio o aprovecha para tejer a su lado.

La gimnasia deportiva es uno de los pocos deportes que los une. Los dos se quedan hipnotizados cuando aparecen esas chinitas, que no deben tener ni 14 años, y hacen equilibrio en espacios ínfimos, bailan con una gracia infinita y sorprenden con sus piruetas. "Qué chiquitas que son", se indigna Irma. "A esa edad tendrían que ir al colegio", completa Orlando. Tarde o temprano, vuelven a mencionar a Nadia Comaneci, a quien siempre idolatraron y se preguntan qué habrá hecho de su vida.

miércoles, 20 de mayo de 2009

(Humildes) aportes de Orlando a la gastronomía

Así como pela la fruta y abre los vinos, Orlando es el encargado de rallar el queso para las pastas. 

jueves, 14 de mayo de 2009

Papel

Las aventuras de Irma y Orlando acaban de ser publicadas en la Revista Oblogo

!

El vino

Los vinos los abre Orlando.

Irma trae el destapador y la botella a la mesa y se los deja al lado.

martes, 12 de mayo de 2009

Otro famoso comentado

Irma pasa frente a la pantalla de la tele. La menor mira videos. Empieza uno de Gustavo Cerati e Irma exclama, escandalizada "¡Qué arruinado que está!"

lunes, 11 de mayo de 2009

Orlando de Haedo

Conozco un Orlando de Haedo que la única vez que hizo un mate lo rellenó de orégano. Hasta que sus hijos aprendieron, su Irma fue la única cebadora de la casa.

Yo sigo pensando que lo hizo a propósito.

Paladar negro

Se sabe que Orlando tiene un hambre voraz. Come mucho, siempre. Y en ese ritmo vertiginoso, casi canibal, no hay tiempo para sutilezas, ni para el diálogo. Cuando se come, se come. Todo el resto, se verá cuando el plato esté vacío.

Por eso, cuando Orlando tiene algún comentario sobre lo que comió, lo hace una vez que ya lo está digiriendo. "Estaba un poquito frío", puede decir, mientras se limpia la boca. "Orly, me hubieras avisado antes y te lo calentaba", lo reta Irmi.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Nostalgia de Irma

Irma y Orlando tienen muchas cosas de cuando se casaron. Cosas que les regalaron y cosas que ellos pudieron comprarse en los primeros tiempos.

No hablamos de muebles, que es lo obvio. Aún usan algún electrodoméstico, alguna manta, unos individuales, entre otros. Incluso es probable que conserven sin abrir un juego de tazas de café. 

A Irma le costó mucho desprenderse de unas sábanas que ya estaban transparentes y de un mantel irreversiblemente manchado por sucesivos brindis. Antes de separarlos para regalar (Irma no tira nada directo a la basura, sino que terceriza), se los apoyó por última vez en el pecho y rememoró escenas de felicidad conyugal. "Me trae tantos recuerdos", suspiró.

miércoles, 29 de abril de 2009

Mirada de Irma

"¡Qué peludo este muchacho!" (Irma, cuando aparece en la pantalla de su televisor el actor Daniel Hendler).

viernes, 24 de abril de 2009

Todo el año

Orlando es muy de la chomba y la camisa de manga corta*.

Asterisco

martes, 21 de abril de 2009

0 km

Orlando se compró su primer 0 km cuando ya estaba grande y su familia ya estaba formada. Anteriormente, todos sus autos los había comprado usados y eso lo hacía sentir un poco frustrado. Haber llegado al 0 fue todo un logro y, según cuenta Irmi, pocas veces lo vio tan contento como cuando salió de la concesionaria. Ese día, histórico para Orlando, hubo cena, brindis y, claro, un round sexual mucho más inspirado de lo habitual.

miércoles, 15 de abril de 2009

Frustración futbolina de Orlando

No sé de qué club es hincha Orlando. Pero sí puedo asegurar que a su hijo varón no le interesa el fútbol y que la mayor de las nenas, en cambio, le salió fanática del equipo en cuestión. "Ella es muy del padre", como dice Irma. Igual a Orlando eso no le alcanza. Es con el varón con quien querría tener sus charlas futbolinas, tener aunque sea esas charlas.

(Algo de esto último ya fue dicho por aquí, pero no lo encuentro).

viernes, 10 de abril de 2009

Irma y Tupperware

A Irma le dan mucha envidia los "táper marca táper" de otras.

En los '80, cuando la invitaron a las primeras reuniones de Tupperware, no podía comprarse gran cosa, porque no andaban muy bien de plata. Después tuvo o le regalaron algunos recipientes y utensilios de esa marca, y está muy bien equipada en general (aunque, como sabemos, no sea una gran cocinera). Sin embargo, cuando va a un cumpleaños y ve aparecer un tupper que no conocía, o que siempre quiso y nunca se pudo comprar, se pone verde.

A Irma no le vengan con Colombraro ni mucho menos con los plásticos anónimos que venden en los supermercados chinos. Al "táper marca táper", como ella dice, no hay con qué darle.

sábado, 4 de abril de 2009

viernes, 27 de marzo de 2009

Nuevas aventuras de Orlando turco

Orlando turco espera el plato de pastas sentado en la mesa. No sabe que la salsa que preparó su Irma lleva mariscos. Llega el plato, sin que él haya movido un dedo, y pide queso rallado. Su Irma le informa que esta salsa no combina con queso rallado y él, cabezón, le responde "¿pero no son fideos?". Gracias a una cita de Narda Lepes ("lo que crece junto, queda bien junto") su Irmi lo convence de que el queso rallado y el pescado no quedan bien y, ahora sí, Orlando turco arremete con pasión contra esos fideos.

miércoles, 25 de marzo de 2009

En persona: Irma y Orlando en el super

La cola en la caja del supermercado no avanza. Una Irma y un Orlando son los causantes de este embotellamiento. Están preguntando por un atún en oferta que él (alto, pelado, de chomba, pero flaco en este caso), no encontró. Le indican dónde está el producto y, dejando a su Irma en la caja y la facturación en suspenso, parte hacia la góndola. Vuelve con una lata de atún que parece querer alcanzar en tamaño a las de dulce de batata. Ella (gorda, tetona, una hebilla con flor de plástico color rosa en el pelo y un cigarrillo sin encender en la mano derecha que gesticula todo el tiempo) lo increpa: 

"¿Cómo no lo viste, Alberto?"

Orlando / Alberto quiere pagar con tarjeta pero no tiene documento. "¿Registro de conducir es lo mismo?". Su Irma, cansada de que él sea tan pancho (para usar un neologismo de jose), salta: "Pago con mi tarjeta, yo tengo documento". Pero no, el registro de él sirve, lamentablemente para ella que hubiera disfrutado de poder retarlo.

Cabe resaltar que para no pagar los diez centavos que te cobran la bolsa de plástico en ese super, estos Irma y Orlando versión amarreta metieron todo en una bolsita de Ayres (de la nena, seguro), menos la lata de atún, que era muy grande e Irma se guardó ¡en la cartera! Él, caballero como buen Orlando, se ofreció a llevar la bolsa... pero apenas pagó se dio vuelta y se fue, olvidándosela en la caja. "¡La bolsa, Alberto!"

Yo a esta altura la odiaba y me reprochaba haber pensado que alguien con esa mala onda podía ser una Irma. Pero cuando salí del super, hice pocos metros y me los encontré en el preciso momento en el que se daban la manito para caminar, la reivindiqué. Ella es rompebolas, pero él es un pancho bárbaro, y se aceptan con sus defectos. Ella llevaba todavía el cigarrillo sin encender, en la mano izquierda porque él la tenía agarrada de la derecha; evidentemente está tratando de dejar el cigarrillo porque a él le molesta(?). 

Cuando los pasé, oí que ella le decía: "Es muy grande, Alberto, ¿para qué te lo compraste?"

Ojalá no hablara del atún. 

miércoles, 18 de marzo de 2009

Dos cosas molestas que hace Irma al conversar

Irma contesta por el otro. Por ejemplo, si su hermana le pregunta a una de las nenas si está de novia, Irma salta y dice "ya se peleó".

Además, te completa las frases:

AMIGA DE IRMA: Me siento un poco...
IRMA: Insatisfecha.
AMIGA DE IRMA: Sí, qué sé yo.

domingo, 15 de marzo de 2009

Aspecto

Orlando parece un poco más viejo de lo que es. Puso mucho el hombro en su vida y también castigó lo suficiente a ese cuerpito como para que su aspecto se viera resentido. Por su lado, Irmi aparenta la edad que tiene. A ella le encantaría verse más joven, pero no lo logra. Ni lo logrará jamás, por más que pruebe dietas, invierta en cremas, pase hambre con ensaladas o intente hacer gimnasia.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Ni en los '70

Orlando nunca tuvo bigote. 

lunes, 9 de marzo de 2009

Tú me estás dando mala vida

En el pullman del Luna Park, ayer, se avistaron Orlandos de variadas edades y clases sociales, sentados todos ellos, que habían ido a acompañar a sus esposas al recital de Manu Chao. 

Sus Irmas son mujeres soñadoras, que coinciden con Galeano en que "la utopía es como el horizonte" y que se calientan con Manu. 

Los Orlandos preferirían haberse quedado en casa mirando fútbol por la tele, e invertir la plata de la entrada en un cochinillo. Pero las Irmas no iban a ir solas de ninguna manera, y era preferible acompañarlas tres horitas que aguantarse el reproche eterno.

jueves, 5 de marzo de 2009

Petacona

Irma asegura que cuando era joven era mucho más esbelta que ahora. Si bien siempre fue petacona, ella jura que era bastante proporcionada. Por eso, cada vez que aparece Fernanda Vives, esa especie de vedette que fue novia de la Tota Santillán, Irma la señala y dice "yo era muy parecida a esta chica".

miércoles, 4 de marzo de 2009

Alivio

Nos complace informar que Irma y Orlando no están a favor de la pena de muerte.

Menos mal. Con el campo y el pucho, ya teníamos demasiado.

martes, 3 de marzo de 2009

Irma vs. el pan

Irma no es una gran cocinera, pero mantiene intacta la ilusión de serlo, así que cada tanto se juega con alguna receta especial.

Cuando está en ese plan, le revienta que Orlando arme una picada. No por él, que siempre tiene espacio para todo, sino por los chicos. Y si no hay picada, igual los controla y les advierte que "no se llenen con pan". 

jueves, 26 de febrero de 2009

Friolenta

A esta altura del año, empieza la pelea por el abrigo. Irma siente frío a la noche y busca refugio en la considerable humanidad de Orlando, que tiene calor y le dice que se corra. A Irma se le juntan el fresquete y el rechazo, protesta un poquito ("Ay, Orlando, qué seco que sos") y sale de la cama a buscar una colcha. Orlando advierte: "No me tapés, Irma", ella se hace la ofendida y ni contesta, se tapa y finge dormirse. Orlando, después de un par de patadas para sacarse de encima algún milímetro de colcha que siente sobre su cuerpo, se queda frito. Irma se queda un rato despierta, imaginándose a un Orlando de fantasía que también se muere de frío y se acurruca contra ella y le dice cositas lindas. 

Alma de gordi

Cuando Irma siente que ya está comiendo demasiado de algo, por ejemplo un budín, lo aleja con su mano y le pide a Orlando "sacamelo".

martes, 24 de febrero de 2009

Orlando de Almagro

Sergio, el viejo de mi amigo Daro, es tan Orlando que cuando quiere hablar con su hijo y con su nuera hace llamar a su Irmi a la casa de los chicos. El no agarra el tubo, pero le quema la cabeza dictándole las preguntas que quiere que le haga. El habla poco por teléfono.

Ejemplo:"Preguntale cómo le quedó el arreglo de la cocina para el que me pidió el taladro"

domingo, 22 de febrero de 2009

En el remate

Irma y Orlando en persona, en el remate de San Andrés de Giles:

Orlando es grandote, de pelo entrecano medio largo y boina (es un Orlando de campo). Irma tiene mucha pinta de tana del norte, pelo corto rubión, ojos claros, delgada, bastantes arrugas (consecuencia del sol) y crucifijo de plata.

Están en el remate de San Andrés de Giles. Siempre compran o venden alguna cosa.

Irma se paró al lado de un lote que se ve que le interesa: unas cuantas macetas de plástico, una regadera amarilla, dos mangueras. "¡Qué lindas macetas!", le dice a su Orlando. Pero él no le contesta. Andá a saber en qué está pensando. Si en la máquina de cortar pasto que tiene cortado el cable, o en las estanterías metálicas que puede llevar de a pares o de a una. Cuestión que no pesca la indirecta. Faltan cada vez menos lotes. Irma mira a su Orlando buscando un contacto visual que no se produce. Él sigue hipnotizado por el martillero. "20, 22, 24, quién da más". Llegan al lote de las macetas. "Arranque en 10", dice el martillero, pero Orlando no se da por aludido. Irma baja la cabeza. "No va más". Una vecina se lleva las macetas.

Seguro que esta noche le recrimina: "nunca comprás nada para mí, Orlando".

viernes, 13 de febrero de 2009

Irma vive dentro de mi

(Después de cocinar pollo a la plancha) "Lo lindo que tiene lavar la plancha después de hacer pollo es que todo lo que parecía pegado sale muy fácil".

viernes, 6 de febrero de 2009

Vacaciones 2009

Irma y Orlando veranean este año en Brasil.

Y quizás, no estamos seguros, quizás sea la primera vez que se van sin los chicos.

martes, 3 de febrero de 2009

Confesión

Aunque nos duela reconocerlo, Irma fuma.

domingo, 1 de febrero de 2009

Orlando y el deporte

Orlando siempre fue grandote. Nació pesando más de 4 kilos y en las fotos de su infancia la ropa siempre le queda chica. En su juventud jugó al básquet y aprovechó su tamaño y su fuerza, superior a la de la media de sus contemporáneos, para conseguir distintas hazañas deportivas que nunca se cansará de contar (y que Irma tampoco se cansa de escuchar).

Cada vez que ve un partido de NBA, compara el vertiginoso ritmo de juego con el de su época y señala los cambios que sufrió el reglamento. "En mi época no había triples", acota siempre. También opina cada vez que ve a Manu Ginóbili en la tele.

viernes, 30 de enero de 2009

Orlando turco II

Orlando turco acaba de terminar de cenar y ya quiere comer fruta. Su Irmi está envalentonada contando alguna pavada que nadie está escuchando pero todos le dicen que sí con la cabeza. "¿Traés fruta?", la interrumpe Orlando turco. Su Irmi sigue contando una anécdota intrascendente. Menos de un minuto después, Orlando turco, sin la menor intención de levantarse de la mesa para ir él mismo a por la fruta, le toca el brazo y le dice "hay fruta, la compré yo". Ella le hace que sí con la cabeza, sin dejar de hablar se levanta de la mesa y va a buscar uvas y cerezas, mientras finaliza su relato.

miércoles, 28 de enero de 2009

Onda onda, buena onda

Irmi se siente re joven cada vez que logra mechar el término "buena onda" en alguna de sus frases. Ella dice que se le pegó de tanto escuchársela a sus hijos, pero lo cierto es que hizo grandes esfuerzos para dejar de parecer una jovata al hablar. Odia que sus hijos se rían de ella cuando apela a viejos términos, como decir que un auto va "a los cúetes".

"Orlando, poné un poco de buena onda, siempre te estás quejando", le dice, cada tanto, y por dentro se alienta diciéndose que está hecha "una péndex", que es otra palabrita que le resulta muy divertida.

domingo, 25 de enero de 2009

En persona

Hoy vimos a un Orlando flaco y alto y a una Irma petisa y no tan gordita. Iban de la mano, por Almagro, ambos de de musculosa. La diferencia de altura era tan notoria que él la tomaba de la muñeca, porque no llegaba a envolver sus dedos con los de su amada. Ella llevaba un escote y no tenía corpiño. Bastante descocada debe ser esa Irmi. Entraron a la heladería de la que salíamos nosotros y eso nos puso contentos.

El ejercicio de la autoridad paterna

Cuando hay que retar o incluso castigar a alguno de los chicos, la que asume esa responsabilidad es Irma. Pero en algún momento de la perorata, flaquea, se pierde, se repite, teme no estar mostrando la suficiente autoridad; entonces busca con la mirada al padre de sus hijos y exclama: "¡Decí algo vos, Orlando!"

Es muy raro que Orlando se hago cargo. Él prefiere dictaminar qué castigo se aplica y desentenderse de comunicarlo o fundamentarlo. Y si Irma le insiste mucho para que hable, hasta puede pasar que se le escape un "lo único que pido es que no me rompan las pelotas", no se sabe si para el hijo que hay que reprender o para Irma.

"Claro, yo siempre quedo como la mala de la película", se queja ella.

(Este post es el retorno de nuestro amigo Daro a este blog).

sábado, 24 de enero de 2009

Todo muy rico

Orlando es tan buen asador que cuando va a comer afuera y queda conforme con lo que morfó, que nunca es poco, se acerca hasta la parrilla, felicita al asador y le deja una propina.

lunes, 19 de enero de 2009

Irma y la tele

Irma no sólo mira tele. También está muy al tanto del rating, los gerentes de programación de cada canal y sus problemas, y la fecha en que vuelve Susana.

(Este post le debe todo a mi amiga Cata, en su versión sirena-malvada-de-cabellos-negros-y-lentes-ídem, tal como apareció en la pelopincho de David y Eugenia).

lunes, 12 de enero de 2009

Desde 1950



Nos atendió Dora, que a pesar de los cincuenta y nueve años que hace que tienen ferretería, no sabe distinguir las diferentes clases de lijas y le tiene que preguntar a Julio los precios de todo.

Como si Irma se acercara al negocio de Orlando a darle una mano. Tal cual. 

domingo, 11 de enero de 2009

Orlando turco

Orlando turco (por no decir, mi padre) está sentado en el living de su casa. Luce su vestimenta habitual: mocasines, jeans y chomba. Espera que su Irma termine de armar una canasta para pasar el día en el Tigre junto a Adalberto y Elsa, dos viejos amigos (juro que los nombres son reales). La Irma de Orlando turco va y viene del living a la cocina trayendo distintas cosas que se va olvidando y acordando y que cree que pueden necesitar en su paseo: mayonesa, un repasador, Off. Orlando turco se aburre esperando, pero no hace otra cosa que esperar. No pregunta si puede ayudar con algo, no mata el tiempo leyendo el diario, no propone, ni siquiera se voluntariza como para recibir órdenes. Simplemente, espera. Cuando le preguntan si va a llevar una malla (pronostican más de 30 grados), él dice que no. Cuando le preguntan si, por lo menos, va a llevar una bermuda, también dice que no. "Va a hacer falta un libro", reflexiona Orlando turco y se levanta a buscar uno. Aprovechando el envión que le generó haberse despegado de la silla, agarra la canasta que su Irma acaba de terminar y le reprocha por todo el rato que lleva esperándola para irse al Tigre: "Raque, no salimos nunca".

martes, 6 de enero de 2009

Zapatillas

Irma tiene unas zapatillas blancas tipo running, de marca, que usa siempre que se van de vacaciones. También se las pone para ir a un asado, para acompañar a su hermana a visitar algún santo, o para un programa diurno similar. Las combina con soquetes blancos, un jean y una remera de hilo, y le parece que ese look le saca años.

lunes, 5 de enero de 2009

Irma en el NOA

Mientras cena en Catamarca, Irmi mira el reloj a las 23.10 y dice: "En Buenos Aires ya es el 2009".