domingo, 11 de enero de 2009
Orlando turco
Orlando turco (por no decir, mi padre) está sentado en el living de su casa. Luce su vestimenta habitual: mocasines, jeans y chomba. Espera que su Irma termine de armar una canasta para pasar el día en el Tigre junto a Adalberto y Elsa, dos viejos amigos (juro que los nombres son reales). La Irma de Orlando turco va y viene del living a la cocina trayendo distintas cosas que se va olvidando y acordando y que cree que pueden necesitar en su paseo: mayonesa, un repasador, Off. Orlando turco se aburre esperando, pero no hace otra cosa que esperar. No pregunta si puede ayudar con algo, no mata el tiempo leyendo el diario, no propone, ni siquiera se voluntariza como para recibir órdenes. Simplemente, espera. Cuando le preguntan si va a llevar una malla (pronostican más de 30 grados), él dice que no. Cuando le preguntan si, por lo menos, va a llevar una bermuda, también dice que no. "Va a hacer falta un libro", reflexiona Orlando turco y se levanta a buscar uno. Aprovechando el envión que le generó haberse despegado de la silla, agarra la canasta que su Irma acaba de terminar y le reprocha por todo el rato que lleva esperándola para irse al Tigre: "Raque, no salimos nunca".
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2 comentarios:
el orlando de mi padre se hubiese sentado tras el volante media hora antes y tocaría bocina y aceleraría para apurar a su irma
Evidentemente "esas ideas" son de Irma y no de Orlando. Pero a pesar del fastidio Orlando la termina pasando bien (aunque nunca lo reconoce). ¿Orlando lee libros? Creí que era más de la revista "Mecánica Popular".
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